Hace años que físicos e ingenieros intentan dominar la fusión nuclear, el mismo proceso que genera energía en el Sol o en una bomba H. Al hacer colisionar isótopos de hidrógeno con la violencia suficiente como para que se fusionen en un núcleo más pesado, se liberan neutrones y energía. Recrear semejante reacción no reviste excesiva dificultad; lo complicado es conseguir que la energía liberada en la reacción supere a la invertida en desencadenarla y llevar a cabo el proceso de manera controlada, de forma que se pueda aprovechar para generar electricidad.
Los científicos del Centro Nacional de Ignición de Livermore han dado con otra posibildiad: emplear la fusión para desencadenar la fisión. La idea consiste en provocar, mediante pulsos láser muy intensos, la fusión de los átomos de una cápsula emplazada en el centro de una cámara. Después, los neutrones emitidos chocarían contra una envoltura de uranio u otro combustible, donde desencadenarían reacciones de fisión que liberarían una energía 4 veces mayor que la generada en la cámara.
Este método permitiría amplar el abanico de combustibles a uranio sin enriquecer, empobrecido o incluso usar los residuos nucleares. Además, las centrales híbridas usarían un 20% del combustible que requiere un reactor de fisión ordinario. Además, se podrían reducir los residuos de una cantidad de 2500Kg hasta 100Kg, a costa de producir algo menos de energía. En China se están investigando posibilidades para generar el combustible de los reactores actuales y para quemar residuos nucleares.